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Columna de BBVA México

Gerónimo Ugarte B., Mariana Torán F., Iván Martínez U., y Luis Espinosa C., BBVA



Crece la morosidad y cae el crédito bancario

19/4/2021

Morosidad de las distintas carteras de crédito empieza a incrementarse, una vez que han concluido los programas de apoyo de la banca otorgados a raíz de la pandemia de coronavirus.

En lo que va de 2021 la morosidad en el total de la banca comercial ha permanecido por arriba de 3.0%, nivel que no se había alcanzado en casi 5 años

La morosidad en la cartera de consumo fue de 5.5% en febrero de 2021 (5.6% en el MIA y 4.3% en febrero de 2020), con un alza en el segmento de tarjetas de crédito de 5.0% a 7.0% en un año, a pesar de la reducción de 0.5% desde el 7.5% registrado en enero, mientras que la morosidad en el resto de los rubros de créditos al consumo aumentó de 3.9% a 4.5%.

En el caso de vivienda, la morosidad en febrero registró 3.4%, también con un aumento de 0.5pp respecto al mismo mes del 2020.

Asimismo, se observa que la morosidad en febrero para la cartera empresarial fue de 2.0%, igual que en el MIA y apenas 0.2pp arriba del nivel registrado en febrero de 2020.

Después de terminada la vigencia de los programas de apoyo de la banca, otorgados a raíz de la pandemia, y una vez reactivándose los pagos de las distintas carteras, en términos generales, se ha mantenido acotado el crecimiento de la cartera vencida de la banca comercial, haciendo frente al deterioro tanto con saneamientos como con las reestructuras ofrecidas por las distintas instituciones.

Durante febrero de 2021, el saldo nominal de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado no financiero (SPNF) cayó 2.0%. La reducción a tasa anual en los saldos nominales fue de mayor magnitud que en el mes de enero, cuando presentó una contracción nominal de 1.3%, acentuando la tendencia a la baja que se observa desde mayo de 2020.

La caída en la actividad al cierre de 2020 y en enero de 2021 forja un entorno de contracción en la demanda crediticia que explica la contracción en saldos.

Por agregados de crédito que componen el SPNF del país, las variaciones nominales anuales fueron: consumo, - 10.3% (frente al -9.6% del mes inmediato anterior (MIA) y al 4.8% de febrero de 2020); vivienda, 8.4% (8.6% en el MIA y 10.5% en febrero de 2020); y empresas, -2.3% (-1.4% en el MIA y 4.1% en febrero de 2019). Durante febrero de 2021, las contribuciones a la contracción de (-)2.0 puntos porcentuales (pp) del crédito bancario al SPNF fueron (en orden descendente): vivienda, 1.7 pp; empresas, -1.3 pp; y consumo, -2.4 pp.

La depreciación del peso durante febrero de 2021 mitigó la caída de los saldos vigentes de cartera empresarial en moneda extranjera durante el período. Expresada en pesos dicha cartera presentó una variación nominal de -9.6% (-8.5% en el MIA y 7.5% en febrero de 2020), mientras que en dólares equivale a -14.6% (-14.5% en el MIA y 4.5% en febrero de 2020).

Por su parte, los saldos nominales vigentes en moneda nacional cayeron (-)0.1% en febrero (tras haber crecido 0.7% en el MIA y 3.0% en febrero de 2020), el primer mes en terreno negativo desde febrero de 2010.

Contracción en la demanda de crédito empresarial implica menores saldos vigentes por sector, excepto en la hostelería y la construcción

La contracción de la actividad económica observada durante 2020 afectó a casi todos los sectores productivos, aunque el golpe fue más duro para sectores como la hostelería (alojamiento temporal y elaboración de alimentos y bebidas) y los servicios de esparcimiento.

La construcción y las manufacturas, presentaron también contracciones de mayor magnitud que el promedio de la economía nacional.

Durante el segundo semestre de 2020, se observó una tendencia de desaceleración en el crédito de la banca múltiple a empresas, con promedios de crecimiento trimestrales del 5.3% en el tercer trimestre de 2020 (3T20) y 0.1% en el 4T20, después de un 2T20 con un crecimiento promedio de 12.3% influido por el uso de las líneas de crédito por parte de las empresas.

No obstante, la hostelería presentó tasas de crecimiento promedio de 26.8% en el 3T20 y 16.8% en el 4T20 que, si bien representan una desaceleración, continúan muy arriba del promedio, lo que indica que las empresas de este sector han recurrido al financiamiento bancario para hacer frente a la crisis sanitaria. La desaceleración en la cartera de la hostelería ha continuado en este año, con un crecimiento nominal de la cartera vigente de 11.8% (14.9% en el MIA y 17.2% en febrero de 2020).

El efecto de la dinámica sectorial como determinante de la actividad crediticia dentro del crédito a empresas (con cierto rezago) es sólo una cara de la moneda, correspondiente a un efecto de menor valor presente de los proyectos de inversión.

Sectores con mayores afectaciones por la restricción de actividades, así como por la persistencia de una menor demanda, pueden presentar mayores tasas de crecimiento en saldos por un efecto sustitución en el financiamiento de su operación, como puede ser el caso de la hostelería y los servicios de esparcimiento.

De igual forma, en el caso de la construcción, el desempeño crediticio es muy superior al desempeño en términos de actividad, con la construcción cayendo (-)17.2% en 2020, mientras que el crecimiento real promedio de los saldos crediticios de ese sector fue de 3.9% (7.4% nominal) durante el año.

En enero de 2021, el índice Global de Actividad Económica (IGAE) para el sector construcción cayó (-)10.0%, a la par de una contracción en saldos crediticios de (-)0.2%, seguida de una de (-)0.8% en febrero.

De continuar dicha tendencia, el efecto de contracción en la actividad sectorial parece ya dominar en el sector, que representa un 17.8% de la cartera empresarial.

Durante febrero de 2021 se observa una contracción en la tasa de crecimiento anual en términos reales de los principales subsectores manufactureros: (-)0.6% en alimentos y bebidas, (-)10.4% en la industria química, (-)2.2% en la de productos minerales no metálicos, (-)9.5 en la industria metálica y (-)31.1% en equipo de transporte. El total del saldo de crédito de las industrias manufactureras cayó (-)7.5%.

La dinámica del crédito a empresas refleja el desempeño de la actividad económica con rezago, lo cual, en el caso de las actividades secundarias, apunta a que el crédito ya refleja el efecto total de la menor actividad industrial.

Al interior de las actividades terciarias, las actividades comerciales (16.2% de la cartera empresarial), presentaron una contracción en el saldo de su crédito vigente de (-)15.1% en febrero, contra una de (-)15.2% en enero de 2021 y una de (-)3.9% en febrero de 2020. Asimismo, el crédito al sector agropecuario cayó (-)6.3% en términos reales durante febrero, contra un (-)6.5% en enero y un crecimiento real de 9.8% presentado en febrero de 2020.

El indicador de confianza muestra recuperaciones en los diversos sectores respecto al mes de enero, aunque el indicador aún se encuentra por debajo de los niveles de febrero de 2020, mostrando una contracción anual de (- )1.6% en el caso de la construcción, (-)26.0% para las manufacturas y (-)29.1% para el comercio. Este indicador, refuerza el argumento de una menor demanda de crédito por parte de las empresas por la rentabilidad esperada de los proyectos de inversión.

La tendencia muestra indicios de mejoría durante 2021, con los indicadores de percepción de situación futura de la empresa presentando crecimientos de 5.7% para la construcción, 5.9% para las manufacturas y 1.3% para el comercio durante el mes de febrero de 2021, incorporando ya en la opinión empresarial la relativa mejoría de los indicadores sanitarios, así como la reapertura parcial y el avance de la estrategia nacional de vacunación.

Crédito al consumo cae en todos sus rubros por segundo mes consecutivo

El saldo nominal vigente del crédito de la banca comercial al consumo durante febrero de 2021 presentó una variación anual de -10.3% (-9.6% en el MIA y 4.8% en febrero de 2020), lo que reforzó la tendencia a la baja que comenzó desde noviembre de 2019 y consolidándose como la menor tasa de crecimiento nominal desde marzo de 2010.

El crédito al consumo presentó un menor dinamismo en todos los segmentos en cuanto a saldos nominales y reales. Dentro del segmento de bienes de consumo duradero, la adquisición de bienes muebles fue el único componente que presentó crecimientos.

La menor actividad económica durante los últimos trimestres y, sobre todo, la continua caída del empleo formal en términos anuales (trabajadores asegurados IMSS, que presentó una tasa de crecimiento de -3.3% en febrero), son consistentes con la contracción de los saldos vigentes de créditos al consumo. Esto, dado que la reducción de las fuentes de ingreso explica en parte la debilidad observada en el consumo privado, que, a su vez se ha reflejado en una menor demanda de crédito bancario para financiarlo.

En particular, el crédito a bienes de consumo duradero cayó (-)0.8% en febrero (-0.2% en el MIA y 9.4% en febrero de 2020), influido por una caída anual nominal del crédito automotriz de -4.6% (-3.7% en el MIA y 7.9% en febrero de 2020), que más que compensó el alza de 36.4% (35.4% en el MIA y 27.4% en febrero de 2020) del segmento de bienes muebles.

Los créditos de nómina cayeron (-)3.7% anual nominal en febrero (-3.0% en el MIA y 7.2% en febrero de 2020), mientras que el crédito otorgado a través de tarjetas de crédito presentó una contracción nominal de -13.3% (- 12.7% en el MIA y 5.2% en febrero de 2020) respecto al mismo mes del año pasado. De igual forma, los créditos personales de la banca comercial se contrajeron (-)20.1%, contracción de mayor magnitud que en enero de 2021 (-19.5%) y que en febrero de 2020 (-2.8%).

A pesar de que la cartera de crédito a vivienda de interés social acumula años en contracción, la cartera hipotecaria total mantiene su crecimiento

Durante febrero de 2021, el crecimiento nominal anual del saldo de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial a la vivienda fue de 8.4% (4.5% real). Este crecimiento fue menor al del MIA (8.6%) y al de febrero de 2020 (10.5%).

El crecimiento anual nominal de la cartera de crédito a la vivienda acumula 12 meses consecutivos por debajo del 10.0%. Esto ha estado influido por una continua contracción del segmento de interés social, la cual se remonta a marzo de 2016, y la cual alcanzó en febrero de 2021 su punto mínimo con una caída de 13.0%.

En el agregado de la cartera de crédito a la vivienda, la tendencia de desaceleración que se ha presentado desde octubre de 2019 está explicada en gran parte por la desaceleración y posterior contracción en los indicadores de empleo formal.

Esta dinámica del empleo formal ha implicado un menor crecimiento del crédito a la vivienda y potencialmente puede hacer que las tasas de crecimiento sean aún menores, debido al rezago con que actúa sobre la cartera de crédito. La contracción total promedio de los trabajadores permanentes fue de (-)2.0% en 2020, llegando a ser de (-)3.3% en febrero de 2021 y de (-)3.4% en el MIA.

Por otra parte, el salario real de cotización en el IMSS presentó un crecimiento anual de 4.5% en enero, contra un 3.1% en enero de 2020 y un 2.6% en febrero de 2020. Este indicador apunta a un mayor poder adquisitivo de los hogares como demandantes de crédito y marca un mejor desempeño que, de prolongarse y acompañarse de una recuperación del empleo, contribuiría a una mejoría en el crecimiento de los saldos de crédito a la vivienda.

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