29/7/2021
En el verano de 1989,
en mi camino a Cataluña desde Francia, un letrero de carretera llamó mi
atención. Decía en letras y números grandes la palabra “Barcelona 92”. A simple
vista era un letrero normal que indicaban los kilómetros restantes hacia la
ciudad condal desde ese punto. Realmente era un promocional sobre (en ese
entonces) los siguientes Juegos Olímpicos a celebrarse en el verano de 1992 en
esta ciudad. Y a manera de explicarlo, mencionaba los kilómetros exactos para
llegar.
Ese año fue un gran
año para España. En 1986 fue aceptada como miembro de la Unión Europea y
después de 6 años estaba en pleno desarrollo y con ese empuje económico era
sede de dos de los más importantes eventos mundiales: los Juegos Olímpicos de
verano y la Expo Universal de Sevilla.
Los dos eventos
cambiaron la cara de las dos ciudades: de Sevilla ya platicamos en estas
páginas, ahora es el turno de Barcelona, una ciudad con un carácter especial,
fuerte, que la hace muy distinta a otras y con una mística que ha adquirido a
través de la historia, la cultura, los negocios, la industria y por supuesto el
futbol.
La ciudad de
Barcelona tiene una gran influencia en los artistas y arquitectos del principio
del siglo XX, como Antonio Gaudí que con sus emblemáticas obras le dieron la
referencia Internacional. “La Sagrada Familia,” La Casa Milàa conocida como
Pedrera, que es un gran ejemplo del modernismo de la primera década de ese
siglo.
Visitar Barcelona es
pasear por el señorial y elegante Paseo de Gracia, disfrutar de las Ramblas,
caminar por el puerto Olímpico y subir a Montjuic para desde ahí admirar el
orden urbano de una ciudad que fue creciendo pensando en el presente sin
olvidar su pasado con el propósito de forjar un futuro para beneplácito de sus
habitantes y disfrute de sus visitantes.
Uno de los espacios
más visitados es el “Parque Güell, que es desde 1984 es patrimonio de la
humanidad y que fue construido por Gaudí e inaugurado en 1922, lugar lleno de
colores e imágenes que permiten al que lo visita una tranquilidad y disfrute
especial.
Una buena manera de
conocer la ciudad antes de ir es a través de la lectura de novelas que tengan a
la ciudad como su protagonista, un autor que me gusta mucho como la describe es
Ildefonso Falcones, en sus novelas “La Catedral del Mar” y la recién publicada
“Pintor de Almas”.
¡Viajemos Juntos ¡
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