28/10/2021
Corría el año de
1988, estudiaba el último semestre de Administración de empresas, un lunes de
noviembre al llegar a comer a mi casa mi papá me recibió con una noticia e
invitación a viajar al día siguiente a la capital del Reino Unido de la Gran
Bretaña por una semana, como miembro de un grupo de agentes de viajes que
visitarían este país para conocer escuelas e institutos en donde se podía
enviar a estudiantes a aprender inglés.
De última hora un
agente de viajes había cancelado su participación y no había nadie más
disponible. En ese momento mis actividades en la agencia eran a tiempo parcial
y jamás hubiera imaginado esa mañana que al día siguiente volaría vía Miami a
Londres. El viaje fue un “fam trip”, que es una práctica muy común en la
industria turística para dar a conocer un destino ya que de manera directa se
disfrutan sus atractivos.
Ese viaje me permitió
conocer más la vida laboral que tendría por los siguientes 20 años, donde el
saber más de un lugar, conocer detalles sobre lugares especiales y entender al
viajero hacía que se trabajará como agente de viajes de forma más eficiente.
El Londres de hace
dos décadas es el mismo en esencia, con nuevos atractivos que la hacen ser una
de las ciudades más cosmopolitas del mundo. El Palacio de Westminster, la
Abadía del mismo nombre, el famoso reloj “Big Ben” y la torre de Londres nos
hacen sentir que viajamos por el tiempo a la era Victoriana del siglo XIX y de
golpe regresar a nuestros tiempos, cuando damos un paseo por la rueda de la
fortuna “London Eye” con espectaculares vistas de la ciudad.
Una de las más
importantes catedrales del mundo se encuentra en Londres, la del San Pablo, que
con su majestuosa cúpula se distingue entre el paisaje de la ciudad que tiene
entre sus mayores encantos, al río Támesis que es uno de los afluentes más
importantes por su movimiento continuo de personas y mercancías.
Una visita muy
solicitada a los guías cuando se está en la ciudad es la del Museo Británico
que cuenta con una de las mayores colecciones de arte e historia del mundo de
la cultura griega, egipcia y romana; además de ser uno de los cuatro museos más
importantes e influyentes del mundo, que tiene la característica de tener la
entrada gratuita y estar abierto de lunes a domingo, menos días festivos.
También los lugares
al aire libre son parte de la vida de la ciudad, los visitantes pueden pasear
por el “Hyde Park” un parque público de 142 hectáreas ubicado en el centro de
Londres, las calles comerciales como Oxford Street y la rotonda de Picadilly
Circus, con múltiples anuncios luminosos que lo hacen un punto de encuentro.
Aunque la gastronomía
inglesa no es una a referencia mundial, probar el platillo “fish and chips”
(pescado y papas fritas) en un bar inglés puede ser una experiencia que permita
sentir la vida cotidiana, en uno estos lugares que debe su nombre a la unión de
dos palabras. Así “pub” es la abreviatura de “public bar” o bar público.
¡Viajemos juntos!
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