11/2/2022
Como es
sabido el país se encuentra en un momento de inflación elevada, el índice
Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 7.36% al cierre del 2021 y
no había tenido ese nivel desde hace más de veinte años. Adicionalmente, para
2022 se espera una inflación de 4.22% (de acuerdo con la Encuesta sobre las
Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, diciembre
2021), es decir, durante 2022 la inflación se mantendrá por encima del objetivo
de Banxico de 3.0% +/- uno por ciento.
¿Cómo
afecta este hecho a las finanzas personales y decisiones financieras para 2022?
En primer lugar, es importante tomar en cuenta que un INPC en niveles altos, se
entiende como una aceleración en la pérdida de poder adquisitivo del dinero, en
donde se observa que los ingresos de la población no se ajustan a la misma
velocidad o al mismo nivel que los demás precios. Lo que se refleja en que este
mes se va a requerir un monto mayor de dinero para comprar la misma cantidad de
bienes y servicios que en febrero de 2021.
Bajo
este escenario, se vuelve importante ajustar las decisiones financieras para
que sean adecuadas a las condiciones económicas de 2022 en un rubro que es
altamente relevante: el ahorro.
El paso
inicial es hacer una evaluación de los hábitos de ahorro personales y conocer
si inicialmente se cuenta con un “fondo de emergencia”, de no contar con él,
formarlo será la prioridad.
De acuerdo con la ENIF 2018, solamente el 42.9% de
los adultos entre 18 y 70 años podría pagar con sus ahorros una urgencia
económica igual a lo que gana en un mes. La identificación mediante un
presupuesto de los gastos recurrentes de cada mes y aquellos gastos ocasionales
o únicos que pudiesen derivar en una oportunidad de ahorro, es crucial.
El
siguiente paso es proteger el poder adquisitivo de los ahorros. Existen en el
mercado diversas opciones para invertir y obtener un rendimiento sobre el
dinero ahorrado acorde a diversas necesidades de disponibilidad de esos
recursos y a cada perfil de inversionista:
+ Conservador, para quienes optan por
mayor seguridad, aunque los rendimientos sean relativamente bajos
+ Moderado, cuando se puede asumir un riesgo parcial o bajo en aras de obtener un mejor
rendimiento
+ Agresivo, cuando se buscan mayores rendimientos y se pueden
asumir mayores riesgos que incluyen la posibilidad de pérdidas.
En
términos de instrumentos financieros, los de renta fija aseguran un rendimiento
sin comprometer el monto ahorrado, uno de los factores más relevantes a
considerar al momento de comparar diversos instrumentos de renta fija (pagarés,
cedes o cetes) es su rendimiento real, es decir, la diferencia entre los
rendimientos del activo y la inflación.
En el caso de los instrumentos de renta
variable (acciones, derivados o divisas) las estimaciones de rédito son
mayores, a costa de un rendimiento variable e incluso negativo.
Los fondos de
inversión suelen combinar ambos tipos de activos buscando equilibrar
rendimientos y riesgo, enfocándose en inversionistas moderados a agresivos.
Adicional
a estas estrategias de ahorro e inversión, es importante mencionar la amplia
gama de herramientas digitales con las que se disponen hoy en día en internet
para acercarse a las metas de ahorro de este año como planeadores y
calculadoras financieras, aplicaciones de banca móvil, talleres online de
educación financiera, entre otras.
Cada una de ellas, puede ayudar a generar
mejores hábitos de ahorro, a tener un mejor control de las finanzas personales
e incluso, a facilitar la comparación o contratación de instrumentos financieros
sin necesidad de acudir a una institución financiera, permitiendo así ahorrar
tiempo y, más importante, lograr que el dinero no pierda su capacidad de compra
ante la elevada inflación.
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