1/3/2022
Hace
unos días los empresarios Laura Cortez y Alejandro Valdez creadores de
Innovarte, cuyo objetivo es: ayudar a los Directores Generales a
profesionalizar su negocio y multiplicar su libertad, me invitaron como
consejero a su sesión mensual de consejo de master
mind donde participan varios empresarios, y se presentan dos casos de
ellos.
Muy
interesante fue ver cómo el empresario está dispuesto a compartir su
información, su estrategia, sus oportunidades y, por supuesto, sus dolores.
Como consejero invitado, mi rol fue señalar las áreas de oportunidad y como
mejorarlas.
Al
inicio de la sesión de Consejo hubo una presentación de cada empresa, el común
denominador fue que la mayoría se trataba de empresas familiares. De acuerdo
con la “Encuesta de empresas familiares 2021 de PWC”, nueve de cada 10 empresas
en México son familiares, México ocupa el quinto lugar en el mundo con más
empresas familiares según Business
Families Foundation (BFF), y el país que más empresas familiares tiene es
Estados Unidos. Sólo 30 de 100 empresas familiares sobreviven al cambio de la
primera generación a otra y de esas, sólo cinco llegan a la tercera generación.
La
preocupación de cómo manejar al hermano, al papá, a la tía, se detonaron en sus
áreas de oportunidad, mi sugerencia es que sigan en el proceso de
institucionalización para que el desempeño de cada familiar sea medido por sus
índices de desempeño y otras herramientas administrativas.
Pasando
a otro tema que me llamó la atención, fue cuando observé en los números de un
empresario ya consolidado y en pleno crecimiento la falta de apalancamiento, en
otras palabras, trabaja con sus propios recursos y el de sus proveedores, no
cuenta con líneas de crédito bancarias. Mi sugerencia fue que si realmente
desea crecer debe utilizar un crédito bancario, cumplir en tiempo y forma,
sobre todo debe dar un destino específico al crédito que haya solicitado.
Finalmente,
en la exposición de otro empresario, percibí que además de ser el director
general, es responsable de mover todo el negocio y le externe la siguiente
pregunta: Dime dentro de una escala del 1 al 10 ¿qué tanta dependencia tiene la
empresa del director general? Su respuesta fue: totalmente dependiente, y
agregué otra ¿qué le pasaría a la empresa si algún día faltaras?
Es una
situación complicada cuando el socio fundador que tiene la mayoría de las
acciones no delega da como resultado que, además de ser el hombre orquesta, no
cuenta con la calidad de vida de director general, entre otros inconvenientes
para la empresa.
Mi
empresario exitoso, son retos que hay que vencer en la medida que se da el
crecimiento; sin embargo, con asesores y consejeros adecuados es más fácil
caminar en el proyecto de institucionalizar la empresa y no ser parte de las
estadísticas.
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