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12/4/2022
Comentando con un empresario, preocupado por la contratación de su personal, no entendía porqué tenía alta rotación. Me dijo: “Tengo manera de reclutar. Hago la selección del mejor, firma contrato y a las pocas semanas me renuncia”. Seguramente algo no estás haciendo bien, le respondí. Y es que el proceso de contratación de personal nadie lo enseñó, no hay materia en la universidad que lleve de la teoría a la realidad, solamente con la experiencia y en ciertos casos, los empresarios somos atinados en hacer una buena, duradera y fructífera contratación.
Muchas de las veces nos dejamos ir por la percepción en el momento de las entrevistas, obviamente el aspirante a colaborador muestra su mejor cara, su mejor actitud y generalmente dice que sí puede con el puesto y más aún podrá mejorar los problemas que vayan sucediendo.
En el mismo sentido, igual pasa con las agencias o bolsas de empleo quienes hacen su proceso a través del área de atracción de talento; invierten tiempo, dinero y esfuerzo considerables para encontrar al candidato ideal y formar parte del equipo de trabajo, Pero, entonces ¿por qué se van a las pocas semanas?
El proceso comienza solicitando la información necesaria para publicar la vacante con el perfil de puesto.
·Sexo
·Edad
·Escolaridad
·Habilidades y capacidades
·Salario ofertado
·Horario
·Descripción del puesto
Llega el paso del reclutamiento, preselección de los mejores perfiles, aplicación de pruebas psicométricas y habilidades, así como la corroboración de referencias laborales, si cubre los requisitos necesarios para el cargo.
Posteriormente la selección y finalmente la contratación donde se presenta formalmente la oferta económica, duración del contrato (si hay periodo de prueba), prestaciones de ley y en algunos casos, beneficios superiores que otorga la empresa.
Acompañado a este proceso, llega la inducción que se da al nuevo colaborador para que se integre a la empresa con una adecuada capacitación.
No todos los empresarios hacen este proceso, dependiendo del puesto hay contrataciones ágiles e inmediatas, saltándose filtros como la solicitud de certificados médicos y/o estudios socioeconómicos.
El punto, mí querido empresario, está en el costo de todo este proceso y que en unos días o semanas, ya sea que renuncie el colaborador y se otorgue un finiquito, o que el empresario no se sienta a gusto con el desempeño del colaborador y proceda la liquidación.
Además del costo monetario, nos enfrentamos también al costo del tiempo invertido que lleva empezar de nuevo todo el proceso de reclutamiento y contratación.
La clave para ser más certero en una contratación exitosa está en establecer claramente cuál es el puesto de trabajo, qué va hacer y quién será su jefe inmediato, quién se encargará de acompañarlo en toda la curva de aprendizaje y adaptación en la empresa.
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