21/4/2022
Durante 2020 y 2021
la innovación fue un tema de supervivencia, dado que los productos y la forma
de entregarlos tuvieron que transformarse para que las ventas disminuyeran lo
menos posible, aprovechando canales alternos y asegurando una experiencia
óptima para el cliente. En este contexto, ¿qué tan capaces son las
organizaciones de seguir adaptándose a una realidad cambiante?
La pandemia aceleró
lo que ya era un hecho: un contexto de cambios abruptos, donde la capacidad
para innovar será un factor fundamental no solo para sobrevivir, sino para
impulsar los negocios.
En la encuesta anual Perspectivas
de Alta Dirección en México 2022. Resiliencia ante la incertidumbre de KPMG
en México, se encontró que 35% de las organizaciones consideran que el
horizonte de innovación este año se focalizará en mejorar el portafolio de
productos o servicios existentes.
Por otro lado, la
creación de nuevos tipos de oferta, que atiendan las necesidades de mercados
distintos a los que ya existen, es la prioridad para 29% de la muestra. Lo
anterior, sobre todo, porque los cambios radicales generados por la pandemia
han creado oportunidades que a inicios de 2020 ni siquiera eran considerados
viables.
Alinear presupuestos
y objetivos
En cierto sentido, la
innovación podría resumirse como la capacidad de encontrar cuál es el
diferenciador de la empresa ante su mercado objetivo para posteriormente
generar disrupción y conseguir una ventaja sobre la competencia.
Es necesario destinar
recursos a la innovación para conseguir dicha capacidad. Establecer una cifra
definitiva para determinar cuál es el monto ideal depende de los objetivos que
se plantee la empresa. Por ejemplo, en la industria de manufactura/industrial,
la mayor parte de la muestra señala que destinará a la innovación menos de 2%
de los ingresos de la compañía, mientras que en sectores como servicios
financieros o servicios especializados se destinará entre 2% y 5%.
Entonces,
independientemente de los presupuestos, ¿en qué deberían centrarse las
estrategias de innovación? La mayoría de los encuestados considera que asegurar
la permanencia del negocio es la prioridad (65%), mientras que 62% piensa que
incrementar las ventas y la productividad es lo más importante este año.
Finalmente, 56% asegura que mejorar la experiencia del cliente es de suma
relevancia.
Como se aprecia en
los resultados del estudio, la labor consiste en avanzar hacia la
transformación de la compañía, pensando en la oferta de valor que estará
vigente dentro de cinco años, y que, actualmente, no forma parte del portafolio
de servicios y productos que se ofrece al cliente.
asesoria@kpmg.com.mx
www.delineandoestrategias.com
|