14/8/2023
En el entorno de las empresas familiares, el concepto family office
(FO) ha sido utilizado continuamente alrededor del mundo, adquiriendo una
creciente relevancia en los últimos años; en el caso particular de México, su
uso ha experimentado un amplio desarrollo en cantidad y funciones.
La definición tradicional del término explica que se trata de una
estructura organizada en la que se atienden aspectos financieros, personales y
de planeación patrimonial, la cual se mantiene vigente; sin embargo, es evidente
que dicha estructura ha evolucionado y trascendido para abarcar mayores
desafíos e impulsar su función como vehículo que administra, preserva,
incrementa y, eventualmente, traspasa el patrimonio.
En este sentido, algunos factores que incentivan el desarrollo y
evolución del FO son:
–
Tipo de negocios y
activos administrados
–
Transición
generacional, la cual puede abarcar desde la planeación inicial, considerando a
la primera y segunda generación, hasta atender múltiples generaciones
–
Internacionalización
de los negocios familiares
Por otro lado, se identifica una serie de retos que esta estructura debe
considerar:
–
Diversidad de
generaciones con diferentes intereses y perfiles de negocio
–
Variedad de negocios
y activos administrados, incluyendo su ubicación
–
Entorno de
cumplimiento regulatorio cambiante y complejo
–
Necesidad de
presencia geográfica, la cual implica la administración en distintos países
–
Potencial exigencia
de relocalizar el FO en otro país
Tomando en cuenta estos retos y factores de desarrollo, es posible
concluir que el FO actual debe ser capaz de actuar en un entorno cambiante,
navegar entre factores geopolíticos y tendencias globales, y tener un carácter
institucional que asegure la adecuada gobernanza, el cumplimiento de las
diferentes obligaciones de sus integrantes y el logro de los objetivos
planteados.
En este orden de ideas, el FO es también responsable de atraer y retener
talento mediante esquemas de compensaciones e incentivos que resulten
atractivos, consistentes y que puedan llegar a estandarizarse. Adicionalmente,
este debe mantener una estructura que no sea onerosa en exceso y que tenga la
capacidad de afrontar los retos y tendencias globales, como la complejidad de
los negocios y activos administrados; el equilibrio de riesgos y oportunidades,
y las generaciones involucradas y el entorno laboral, el cual incluye aspectos
como trabajo remoto, procesos de contratación y capacitación, movilidad de las
remuneraciones y, particularmente, temas ambientales, sociales y de gobierno
corporativo (ASG).
Asimismo, de cara al futuro, el FO necesitará acercarse a profesionales
experimentados con cualidades únicas, quienes a su vez demandan contar con un
esquema de remuneración atractivo y acorde con sus funciones en un mercado que
se caracteriza por ser altamente competitivo.
Al respecto, el estudio The 2023 Global Family Office Compensation
Benchmark Report que la práctica de Private Enterprise de KPMG
International ha desarrollado en colaboración con Agreus Group, presenta una
serie de hallazgos de diversas geografías alrededor del mundo en materia de
compensaciones e incentivos para el personal ejecutivo. Por otro lado, en relación con el nivel de conocimientos y experiencia, los hallazgos
clave por región de dicho estudio señalan que 50% de los CEO del FO en México
son integrantes de la familia, de los cuales 33% proviene de la industria
bancaria o de la administración de inversiones y 67% cuentan con grado de
maestría.
En conclusión, los principales propósitos del FO en México son la
administración y preservación del patrimonio familiar, la creación de
crecimiento con control de riesgos y diversas actividades filantrópicas.
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