8/9/2023
De
acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval) al segundo trimestre de 2023 el 37.8% de la población en
México se encontraba en situación de pobreza laboral, es decir, que cerca de
49.6 millones de personas en el país no son capaces de cubrir el costo de la
canasta alimentaria con su ingreso laboral. Si bien, el indicador es el segundo
más bajo desde el tercer trimestre de 2020, aún se encuentra 1.2 puntos
porcentuales (pp) por encima del nivel prepandemia registrado en el primer
trimestre de ese mismo año (36.6%).
Al
respecto de la evolución anual del indicador, se observa que la población con
ingreso laboral menor al costo de la canasta alimentaria disminuyó 0.5pp en el
segundo trimestre de 2023 en comparación con el mismo trimestre de 2022,
pasando de 38.3% a 37.8% en ese periodo. Aunque positiva la reducción, es
importante mencionar que el ritmo de la disminución del indicador ha sido más
lento en los dos primeros trimestres de año.
Una
primera distinción para el análisis de la población en situación de pobreza
laboral responde a las diferencias en el costo de vida de la población. En el
caso de la canasta alimentaria en el ámbito rural, actualmente tendría un costo
promedio en el segundo trimestre de 2023 de mil 665 pesos; mientras que la
urbana fue de 2 mil 177 pesos, por lo que se necesitaría un mayor ingreso para
no encontrarse en situación de pobreza laboral.
En el
ámbito rural, la población en pobreza laboral disminuyó 1.7 puntos porcentuales
con respecto al nivel registrado al segundo trimestre del 2022, al pasar de
52.0% a 50.2%. Hay que indicar que la cifra anterior es la segunda más baja
desde que el Coneval tiene registros, sólo por debajo del primer trimestre de
2023 cuando se registró un nivel de 49.6%.
Para el
caso de la zona urbana, en el segundo trimestre de 2023, el 33.9% de la
población que habita en estas zonas registró un ingreso laboral inferior al
costo de la canasta alimentaria. Al comparar el indicador con el segundo
trimestre del año pasado, este se mantuvo en el mismo nivel ya que la reducción
fue marginal, de 0.06pp. En ese sentido, la población del ámbito urbano que se
encuentra en condición de pobreza laboral está 1.6pp por encima de los niveles
de prepandemia.
El aumento en el costo de la canasta
alimentaria diluye los incrementos de más de 30% en el ingreso laboral per
cápita observados desde inicios de la pandemia
Si se
hace una comparación respecto al periodo prepandemia, entre el primer trimestre
de 2020 y el segundo trimestre de 2023, el ingreso laboral per cápita en México
aumentó 31.7%, mientras que el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC)
creció 20.1%; es decir, en este periodo de poco más de tres años se presentó
una inflación de 20.1%. Así, el ingreso laboral tuvo un incremento de 9.6% en
términos reales en este lapso.
Sin
embargo, esta mejora en el ingreso laboral real es el estimado para el promedio
de la población en México. Los resultados pueden ser diferentes si se elige
otro patrón de referencia para deflactar los ingresos corrientes, por ejemplo,
como propone el Coneval al utilizar el costo de la canasta alimentaria. Este
método cobra más relevancia para los hogares con menores ingresos per cápita,
donde una parte importante de estos flujos monetarios se destinan a alimentos.
El INPC
pondera los precios de los principales bienes de consumo de los hogares en
México. Además de considerar los precios de la canasta alimentaria, incluye los
precios de productos como ropa y calzado, vivienda, transporte, comunicación,
salud, muebles y artículos para el hogar. Los datos indican que, entre el
primer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023, el costo de la canasta
alimentaria aumentó en 30.9%, incremento superior a los otros componentes del
INPC. Al deflactar usando el costo de la canasta alimentaria, el ingreso
laboral promedio solo aumentó en 0.6% en este periodo; y no 9.6% como el
obtenido al deflactar por el INPC. Esto también evidencia que el efecto de la
inflación fue mucho más severo para los hogares de menores ingresos, que gastan
más en alimentos.
Si se
hace una comparación en términos monetarios se hace más evidente el incremento
en el costo de la canasta alimentaria. En el ámbito rural, entre el primer
trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023, el ingreso laboral promedio
aumentó de 1,651 a 2,228 pesos en términos corrientes (+34.9%); mientras que el
costo de la canasta alimentaria pasó de 1 mil 266 a 1 mil 665 pesos (+31.5%).
Así, para los hogares rurales con menores ingresos, que gastan gran parte de
sus ingresos en alimentación, el incremento de su ingreso real fue más cercano
a 2.6% en este lapso de 13 trimestres.
Los
aumentos observados en los últimos tres años en el ingreso laboral corriente se
ven diluidos por un incremento casi de la misma magnitud en el costo de la
canasta alimentaria. Una situación similar ocurre en las zonas urbanas, el
ingreso laboral per cápita creció de 3 mil 173 a 4 mil 163 pesos corrientes
(+31.2%) entre el primer trimestre de 2020 y el segundo de 2023; mientras que
el valor de la canasta alimentaria urbana aumentó de 1 mil 665 a 2 mil 177
pesos (+30.8%). El ingreso laboral per cápita urbano tuvo un aumento de solo 0.3%
en este periodo.
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