28/11/2023
"Una mañana, la tragedia parecía haber tocado la
puerta de una joven en Estados Unidos: su auto estaba en cenizas, pero entre
los restos, un termo Stanley aún guardaba el frío de su bebida”. Una imagen
poderosa, que compartió un usuario de Tiktok.
El Tiktok saltó de una pantalla a otra, convirtiéndose
en el tema de conversación en las redes. Los termos Stanley, diseñados para
durar, ahora eran una leyenda viviente, y las acciones de la compañía se dispararon
al ritmo de la viralidad.
El eco de aquel acto fortuito llegó a oídos del
presidente de Stanley, quien, maravillado por la autenticidad de la prueba, le
envió un agradecimiento personal al afectado y autor del tiktok. Le aseguró que Stanley estaba para durar y, para
demostrarlo, le prometió reemplazar su auto quemado con uno nuevo.
El gesto fue más que una compensación, fue un
reconocimiento de cómo un momento adverso se convirtió en una campaña de marketing natural, generando una lluvia
de 'me gusta' y un tsunami de ventas.
Si vemos el costo de los termos que le regaló, así
como también el costo del auto nuevo, le salió barato a la compañía.
La inversión de Stanley en publicidad nunca pudo haber
comprado la autenticidad y el impacto emocional de esa historia real. El video
valía más que cualquier anuncio pagado.
El punto, mi querido y exitoso empresario, es tomar
las oportunidades que se presentan con sentido positivo y actuar de inmediato
para innovar.
A veces, la oportunidad se disfraza de desgracia, y la
clave está en la resiliencia y la capacidad de ver más allá del momento.
Convertir
un contratiempo en un trampolín es el arte del emprendimiento.
La
próxima vez que enfrenten un revés, recuerden la historia del termo que
sobrevivió a un incendio y pregúntense: ¿Cómo puedo transformar este desafío en
mi escalera hacia el éxito?
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