La Confederación Nacional de
Porcicultores Mexicanos demandó la aplicación de “medidas compensatorias” por
prácticas desleales en la importación de carne de cerdo procedente de Estados
Unidos, principalmente, que afecta a la producción nacional, genera pérdida de
empleos y encarece el producto en territorio nacional.
El sector porcícola del país enfrenta una
difícil situación ya que a nivel interno el producto es desplazado por el de
importación, el cual ha crecido 70.8 por ciento en los últimos años; el precio
al público se mantiene al alza, mientras que el costo de producción nacional
está castigado.
Tito Tablada Cortés, presidente del
Comité de Vigilancia de la Confederación Nacional de Porcicultores Mexicanos
(CNPM), declaró en entrevista que el gobierno mexicano ha permitido la entrada
al país de carne de cerdo libre arancel en perjuicio de la porcicultura, además
que no se cuenta con una Norma Oficial Mexicana en este rubro que permita
certificar que esa carne extranjera cumple con los mínimos requisitos de
sanidad para el consumo.
Y es que ante la disminución en la
compra de carne en China, el vecino país del optó por colocar su producto en
tierras mexicanas a un precio mucho más bajo que el costo de producción.
Esta situación los porcicultores
plantearon a los senadores y a diputados federales se establezcan cuotas compensatorias y medidas de salvaguarda,
tanto provisionales como definitivas, por prácticas desleales de comercio
internacional.
Para el caso particular de la carne
estadounidense, debe cumplir con mínimos requisitos de sanidad; las pruebas de
residuos tóxicos deberán ser completas y no aleatorias como hasta ahora se han
hecho.
Distorsión de mercado.
Tablada Cortés explicó que mientras el
costo de producción de carne de cerdo en México está a 20 pesos el kilogramo,
el precio de venta por cada kilogramo de cerdo en pie es de 17 pesos.
Sin embargo, los cortes tienen un
precio al público por arriba de los 60 pesos el kilogramo, y la arne
estadounidense es la que cubre la demanda.
Las importaciones de carne de cerdo han
crecido de 1995 al año 2012, es decir el 1,720 por ciento, pasando de 30 a 516
mil toneladas. Principalmente de piernas y espaldillas, tan sólo de las
primeras han aumentado un 70.8 por ciento en los últimos 5 años.
Esto equivale a que 350 mil vientres
mexicanos dejen de venderse (50 por ciento de la producción total)
Aunado a ello en las granjas se han
perdido 175 mil empleos directos y 875 mil indirectos.
Es necesario que la Secretaría de
Economía fije un arancel-cupo para las fracciones arancelarias 020312 y
020322, así como a las piernas en su
presentación de refrigeradas y congeladas respectivamente en donde se importe
sin arancel la misma cantidad de compra del mercado nacional.
Al tiempo que la misma secretaría
establezca en frontera los mismos requerimientos del mercado estadounidense a
la carne de cerdo para entrar a México, con pruebas de residuos tóxicos
completas y no aleatorias.
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