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Tras detectarse el virus de influenza aviar en una granja poblana, de inmediato la demanda de huevo y pollo disminuyó 30 por ciento en los establecimientos de la angelópolis, incluso el consumidor optó por adquirir carne de res o de puerco.
Los expededores ubicados en mercados públicos, como el Morelos, indicaron que los precios subieron 10 por ciento en las dos últimas semanas, así que el precio del huevo es de 35 y 37 pesos el kilogramo, mientras que el pollo entero se vende hasta en 45 pesos el kilo.
Aunque ya por piezas el costo es mayor, pues la pierna y muslo alcanzó los 60 pesos, mientras que la pechuga se ofrece entre los 60 y 65 pesos el kilo.
En tiendas de autoservicio el paquete de 18 piezas de huevo blanco registra un precio de 38 a los 41 pesos, mientras que las doceneras se comercializan entre los 26 y 28.18 pesos.
En el caso del huevo al mayoreo, el kilogramo en la central de abasto registra un precio de 30.80 pesos, mientras que el kilo de rojo se vende en 31 pesos, según el más reciente reporte del Sistema Nacional de Información de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía.
La central de abasto de Puebla se mantiene entre los puntos de venta a nivel nacional que ofrecen el kilogramo de huevo por arriba de los 30 pesos.
Un sondeo realizado por distintos establecimientos permitió constatar que amas de casa sustituyeron la carne de pollo por la de res y puerco, luego que la Sagarpa confirmó que desde el 1 de mayo se detecto el virus de influenza aviar subtipo H7N3 en una granja ubicada en el municipio Palmar del Bravo, en el estado de Puebla.
Restauranteros absorberán incrementos
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) no registra por el momento afectaciones en sus ventas tras el virus detectado, pues existe un control de las autoridades sanitarias y avícolas.
Los incrementos en los precios del huevo y pollo sin duda afectan al sector restaurantero, señaló el presidente de la Canirac en Puebla, Jair Rivelino sin embargo, dijo que los empresarios tendrán que “aguantar” las alzas y no reflejarlos en los precios de los platillos, de lo contrario se perderían clientes.
“Los estragos de estos aumentos se observan de diferente manera, pues el consumo de estos productos es diverso, sin embargo a las pastelerías y quienes ofrecen desayunos el impacto es mayor porque su materia base de lo que venden es el huevo”.
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