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Los municipios de Atlixco y Tianguismanalco son de baja intensidad de heladas, por lo cual se impulsa el cultivo de durazno, principalmente con el desarrollo de nuevas variedades, con las cuales se cubrirá la creciente demanda del mercado nacional.
Pedro Gregorio Corona Avila, presidente del Sistema Producto Durazno en el Estado de Puebla, informó que son siete variedades que se cultivan: la criolla, de la zona y otras ya probadas en otros lugares, de “la línea Diamante”.
Además, se opera una “parcela escuela”, en la que fueron sembradas variedades nuevas de durazno, creadas por el doctor Salvador Pérez, investigador del estado de Querétaro, donde además se enseña a los productos de la región cómo plantar un huerto de este fruto, los cuidados que debe tener para que el fruto sea de buen tamaño y calidad.
Una vez definidas las variedades mejoradas, se buscará registrar la patente, sin embargo esta producción solo es para terminar de abastecer el mercado nacional, aún está lejos la posibilidad de incursionar en el mercado internacional.
Por ahora, se surte a las centrales de abasto de Huixcolotla y de las ciudades de Puebla y México. Además de los mercados de Atlixco y en la colindancia con Morelos y Tetela del Volcán, la Sierra Nevada.
En la junta auxiliar de San Pedro Atlixco se plantó el durazno a fines de 2013, ya surgieron los primeros brotes, aun se analiza cuáles variedades son aptas para la zona, donde participa activamente el productos Fernando Flores.
La segunda etapa de la Parcela Escuela se operará en la comunidad de Tochimizolco, agregó Corona Avila, quien es integrante de la Red de Divulgadores Rurales.
Agregó que se necesitaron tres años de investigación, para preparar la plantación, composta y fertilización. La variedad que pronostica más exito es la generada por el Colegio de Posgraduados, que se desarrolló en Chiautzingo, más otras dos de Atlixco, la “Fujimoto” y la CP2007 CP46, de buen tamaño, color y aceptación en el mercado.
Complementan las variedades “Oro San Juan”, Supremo Especial (para conservas) y las mencionadas “Diamante”.
“En Chiautzingo ya superaron las veinte variedades desarrolladas, el antecedente para soportar las inclemencias climatológicas lo tenemos de la cosecha 2012, cuando se registraron heladas en febrero y abril, afortunadamente se superó el problema, porque los cultivos florearon tarde”, comentó.
Desetacó que el año pasado se presentaron heladas tempranas y las variedades de durazno florean más tarde, por lo que se apuesta por ese tipo de sembradíos pues no hubo pérdida para los campesinos, y el rendimiento de los árboles fue adecuado.
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