A 20 años de haberse iniciado el cultivo de
papaya Maradol en Puebla lo resultados son favorables para los productores asentados
en la región de la Mixteca, y actualmente se exportan a Estados Unidos cuatro
contenedores cada semana.
La fruta de origen cubano se introdujo en el
agro poblano en 1995, principalmente en la mixteca, una zona que se caracteriza
por su elevada migración. Al adaptarse el cultivo a la zona se generó un medio
para generar empleo e ingresos para los habitantes.
Con asesoría del Instituto Tecnológico de
Tecomatlán los campesinos aprendieron a trabajar los papayos, para lograr una
fruta de excelente calidad; además se organizaron y cuentan con un centro de
acopio para el manejo adecuado del producto y su adecuada comercialización no
sólo en México sino en el extranjero.
Desde que inició el proyecto, se ha mantenido
el precio entre 4 y 5 pesos el kilo, en ocasiones llega a seis pesos; son los
productores quienes manejan directamente el producto, no hay intermediarismo,
de esta forma logran un precio adecuado que les beneficia directamente.
El ingeniero agrónomo Fortunato Jiménez Cruz,
profesor investigador del Instituto Tecnológico de Tecomatlán, Puebla, dijo que
las características de la papaya Maradol hacen viable su cultivo en la región.
La Maradol tiene 16 atributos, entre los que
destacan su larga vida de anaquel, puede durar 19 días y conserva su olor,
color, sabor y aroma. Las otras papayas no se conservan por tanto tiempo.
Actualmente el cultivo se realiza en los
municipios de: Coatzingo (donde está el Consejo Estatal de Productores de
Papaya Maradol, presidido por Hugo Solís), Tehuitzingo, Axutla, Huahuapiaxtla,
Tulcingo, Tecomatlán, Piaxtla, Chinantla, Ahuehutitla, Guadalupe Santa Ana, San
Pedro Yelixtlahuaca, San Pablo Anicano, Acatlán de Osorio, Cuayuca de Andrade,
Zacapala, Chietla, Teotlalco, Huehuetlán el Chico y Huehuetlán el Grande,
Chiautla de Tapia e Ixcamilpa de Guerrero.
El centro de acopio se ubica en el municipio de
Izúcar de Matamoros, donde precisamente se concentra la fruta que es enviada
cada semana a los Estados Unidos en seis contenedores.
Los resultados se notan en la región pues
algunos productores ya no piensan en emigrar al país del norte, por el contrario
han invertido para incrementar la producción de papaya o incursionar en otras
actividades complementarias, afirmó Jiménez Cruz.
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