El campo enfrenta un panorama muy difícil, ante una equivocada política gubernamental, que cancela programas y limita recursos productivos, y este año han caído los precios de varios productos, afirmó Jaime Castillo Ulloa, dirigente estatal de la organización campesina UNORCA.
El gobierno presume que la producción agropecuaria no decayó el año pasado, pero también es cierto que muchos productores hicieron uso de sus ahorros para la semilla y el fertilizante; trabajaron en medio de las condiciones adversas de la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, este año ya no cuentan con recursos, al tiempo que enfrentan la caída de precios de varios productos, como el cilantro, el cebollín, ente otros, al tiempo que las centrales de abasto están cerradas o se les dificulta colocar su producción, señaló.
Debe haber equilibrio entre los programas sociales y productivos, pues estos últimos así no llegan a los campesinos para que puedan realmente trabajar.
Aunado a que es limitada la atención en medio de la pandemia, y se teme que la vacuna tarde en llegar al ámbito rural.
Puede ser, dijo Castillo Ulloa, que un sesenta por ciento de los productores reciban apoyo mínimo del gobierno, pero en el caso de los productores de básicos no les está yendo bien, como son los que siembran maíz o un poco de frijol, ellos tienen problemas, en tanto que proyectos para sembrar árboles frutales lleva mucho tiempo para que produzcan.
Los programas sociales que se mantienen son los de adultos mayores, el de jóvenes, uno el de becas para la escuela y el otro para el trabajo, pero de ahí en fuera ya no hay respaldo, anteriormente existía programas para desarrollar invernaderos, adquirir maquinaria o insumos.
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