El
presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este miércoles al Congreso que
apruebe una suspensión de tres meses del impuesto federal sobre la gasolina
para ayudar a combatir los precios récord en los surtidores.
"Podemos
bajar el precio de la gasolina y dar a las familias un poco de alivio",
dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca.
Asimismo,
instó a los estados a suspender de forma temporal sus impuestos sobre los
carburantes, que suelen ser más elevados que los federales, y retará a las
principales petroleras a que aporten ideas sobre cómo recuperar la capacidad de
refinado inactiva cuando se reúnan con su secretario de Energía el jueves.
El
Congreso deberá aprobar la medida, aunque es casi simbólica por la mínima
cantidad que significa en el precio final del combustible, es decir en la
gasolina el impuesto es de 18.4 centavos por galón, y el impuesto sobre el
gasóleo es de 24.4.
Algunos
estados, como Nueva York y Connecticut, ya han suspendido los impuestos
estatales sobre los carburantes, mientras que otros han barajado ideas como
reembolsos a los consumidores y desgravaciones directas.
Algunos
especialistas señalan que la suspensión del impuesto federal sobre la gasolina
supondrá un alivio a corto plazo para los conductores estadounidenses, pero no
resolverá la raíz del problema, es necesaria la aplicación de políticas a largo
plazo para impulsar la producción de energía en Estados Unidos.
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