El
gobierno de Puebla, junto con la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y el
Consejo Regulador de Talavera, retomó el proceso para certificar la elaboración
de la Talavera como producto de denominación de origen, a fin de que productores
puedan comercializar una artesanía cien por ciento auténtica.
La
entidad poblana cuenta con la Denominación de Origen, pero no están
certificados los talleres que la elaboran, un proceso que se interrumpió hace
ocho años se inició el proceso.
Ante
ello, el gobierno estatal trabaja con cinco talleres que buscan la
certificación, sometiéndose a 18 pruebas en el laboratorio de la Facultad de
Ciencias Químicas de la UAP, donde se analizan características físicas de la
artesanía, desde la composición y calidad de la materia prima, color, diseño y
humedad para comprobar su autenticidad.
Una vez
que aprueben el proceso, los talleres recibirán el aval de sus creaciones por
parte de Certificación Mexicana. Se espera que los primeros certificados se
entreguen este mismo año.
El
secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico (Secotrade), Jaime
Oropeza Casas, destacó que pocas cosas son “tan poblanas” como la Talavera, de
ahí la importancia de que cumpla con los requisitos establecidos en la NOM
132-SCFI-1998.
Con
este proceso se garantiza que no cualquier artesanía de cerámica puede ser
llamada Talavera, de la que el estado de Puebla cuenta con la Denominación de
Origen y que abarca los municipios de Puebla, Cholula, Tecali, Atlixco.
El
presidente del Consejo Regulador de la Talavera, Germán Gutiérrez, comentó que
el siguiente paso será que el proceso de fabricación se convierta en Patrimonio
Cultural de la Humanidad.
Destacó
que la Talavera poblana se ha consolidado como una de las artesanías más
importantes del país y apreciada en el extranjero. “La mano de obra es muy
escasa para poder producir el producto, la gente que trabaja en los talleres es
capacitada para que pueda realizar este trabajo artesanal”.
Por su
parte, el titular de Cultura y Turismo, Alejandro Cañedo Priesca, indicó que la
Talavera es parte del ADN de los poblanos, pues se trata de un trabajo que
permanece vivo desde la recolección del barro, por quienes lo amasan, limpian,
moldean, preparan colores, diseñan, hornean y la presumen en el mundo como un
producto de la más alta calidad.
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