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Ante los señalamientos de campesinos de alterar el ciclo de lluvias en Puebla, la empresa Volkswagen reconoció el uso de dispositivos sónicos antigranizo pero rechazó que alteren el clima, simplemente se “debilita el granizo” para evitar el daño a los vehículos nuevos que están estacionados a cielo abierto.
El gerente de gestión ambiental y sustentabilidad de Volkswagen de México, Julio Marín Leal, informó que la empresa opera tres dispositivos que emiten ondas sonoras que reducen el tamaño del granizo o bien lo convierten en agua de lluvia, pero no emiten sustancias químicas que afecten a la flora y la fauna de la zona o del estado.
La armadora de autos, ubicada en Puebla, cuenta con los permisos correspondientes por parte de autoridades estatales para la operación de estos equipos, y con dictámenes de la Conagua que demuestran no hay afectaciones al medio ambiente por los denominados cañones, que operan desde mayo de 2018.
Marín Leal justificó que las granizadas registradas son “atípicas” por el efecto climático, que han generado daños por 20 millones de dólares, tanto a los vehículos nuevos como en la infraestructura de la planta, que se encuentra ubicada en la autopista México Puebla.
Incluso, este tipo de equipos son utilizados en diversas partes del mundo desde hace 45 años, no solo por la industria sino también por el sector agropecuario.
En conferencia de prensa, también se indicó que la planta de autos ha reducido el consumo de agua en los últimos años, y la firma alemana paga los derechos de uso a las autoridades respectivas.
Los ejecutivos de la empresa dijeron estar dispuestos a seguir el diálogo con los inconformes para hacerles saber cómo operan estos equipos, que no son “bombas” ni utilizan sustancias químicas.
De esta forma la automotriz germana hace frente a los señalamientos que han hecho pobladores que viven cerca de la planta y campesinos de la región en el centro de la entidad, de alterar el ciclo de lluvias, lo que ha generado sequía y la pérdida de cultivos.
En varios días han realizado manifestaciones a las puertas de la planta armadora, incluso han llegado a demandar indemnización o el pago de 70 millones de pesos por cosechas y consumo de agua.
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