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Las fábricas de hilado en Puebla reportan una sobredemanda de producto por parte de Estados Unidos que las mantiene en operación los cuatro turnos, aunque con ciertos problemas en la cadena de suministro generados por la pandemia de coronavirus.
Desde principios de este año, el intenso ritmo de trabajo en las fábricas de hilo, principalmente, y en las de telas ha significado la contratación de personal de base, pero todavía no se recuperan del todo las plazas perdidas en toda la industria textil, no solo en Puebla sino a nivel nacional.
A nivel mundial las industrias textil y de la confección enfrentan una seria distorsión en su cadena de producción y logística, por la falta de insumos, el encarecimiento de los mismos y, sobre todo, por los “cuellos de botella” que registran las aduanas.
Lo anterior ha provocado que algunos sectores de la industria textil presenten una alta demanda, al tiempo que tienen problema de cubrir los pedidos debido al retraso en la entrega su materia prima, o bien porque alguna máquina de hilar está parada por la escasez de ‘chips’ para repararla.
José Miguel Brito García Teruel, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Textiles, explicó que la presencia del covid-19 obligó al cese de actividades en el mundo durante 2020, y luego la reanudación de labores ha sido intermitente en varios países, desde la producción de fibras como algodón o sintéticas hasta el abasto de insumos, lo cual ha provocado escasez de contendores y aduanadas saturadas, lo que dificulta el traslado de todo tipo de mercancías.
Hilanderos de Puebla al máximo
“La industria textil está en un torbellino, en Puebla y en el mundo en general. Materias primas que escasean y otras que han triplicado su costo; demanda exagerada de ciertos productos y trabajo intensivo para algunas fábricas”, señala en industrial entrevistado por Balance Financiero.
Puebla es líder en plantas de hilatura, como más de 200, que laboran actualmente a cuatro turnos además de las fabricantes de telas, los otros estados que también registran ahora una intensa actividad son Estado de México e Hidalgo.
Las textileras de Puebla hasta ahora son beneficiadas por la notable demanda por parte de Estados Unidos de todo tipo de hilo, de fibras naturales y sintéticas, debido a la escasez de las mismas procedentes de Asia, ya sea por baja producción o porque no hay contenedores para trasladarlas. Aunado también a las reglas de origen establecidas en el TMEC, que obliga a que la fibra sea de la región de Norteamérica.
México tiene suficiente producción de algodón y de sustancias para elaborar las fibras sintéticas, de ahí que “el país está produciendo hilo como nunca en su historia”, aseguró Miguel Brito.
Materia prima cara y problemas de logística
Sin embargo, no todo es terso para los textileros, pues para producir el hilo necesitan de fécula de maíz o de papa que sirve para darle consistencia al cardado (es un almidón para el hilo), pero la producción de la fécula no es en el volumen y la frecuencia como la necesitan, aunque no ha llegado a escasear.
Además, desde principios de año enfrentan la constante alza en sus costos. Por ejemplo, el algodón de costar 80 o 90 centavos de dólar la libra, ahora cuesta 1.15 o 1.20 dólares; también la contratación de contenedores triplicó su costo.
En las aduanas los textileros tienen 5 días para recoger su carga, pero con la saturación que hay es imposible sacarla en menos de una semana, y en la aduana de Veracruz, por ejemplo, por cada día que la carga pase en resguardo el cobro es de 350 dólares extras, lo que impacta seriamente el costo de operación de cualquier empresa.
Miguel Brito afirmó que, si bien ahorita los fabricantes de hilo están trabajando como nunca antes, “no sabemos qué pueda pasar con estas fábricas en unos 6 o 12 meses cuando empiece a regularizarse toda la cadena textil a nivel mundial”.
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